.png){kind=logo}
La carrera de la innovación tecnológica y la revolución de las formas y canales de comunicación, son esenciales para los procesos de negocio que creen en las personas. Es la era de un nuevo enfoque que debe perfeccionar y alargar la relación entre empresas y humanos.
No, no nos hemos vuelto locos… La revolución en la que estamos inmersos no solo trata de poner en sintonía la felicidad de los humanos con los diferentes procesos en los negocios. Es un cambio que trata de la optimización de los recursos en todos y para todos los sentidos.
Hay que saber llegar a tiempo para no perder el tren del cambio, y subir de un salto a la inversión en tecnología para no quedarse atrás. Una evolución para la rentabilidad de los negocios al optimizar los diferentes procesos, mejorando el rendimiento sin pasar por alto el lado humano que necesita, tanto para el equipo de trabajo como para sus clientes.
¿La verdad? Ya era hora. Otro de los efectos de la innovación en los procesos de negocio, es la concienciación por parte de las marcas de ser y generar responsabilidad, siendo el medio ambiente y las personas los ejes fundamentales y elementos imprescindibles en nuevas estrategias empresariales. La optimización de recursos está ligada de pies a cabeza a la reducción de gastos en las empresas, aunque ahora es el momento en el que la ética hacia las personas y medio ambiente se convierten en un nuevo acelerador.
Otro factor que convierte a la innovación en algo primordial, son las consecuencias derivadas de grandes crisis como la pandemia generada por COVID. Tanto los usuarios como los trabajadores y directivos, han detectado grandes carencias ante esta situación, lo que adelanta aún más los resultados positivos del uso del Big Data e Inteligencia Artificial en las empresas.
El amor verdadero es la evolución en los procesos de negocio para unir a empresas con personas
Aunque no lo quieras creer, si, es amor. El factor humano es esencial en la innovación tecnológica, que debe hacer especial hincapié en facilitar la vida a las personas y al medio ambiente, pero ahora tiene mayores capacidades gracias a la analítica de datos y diferentes soluciones de Inteligencia Artificial. Es la era donde el humano se convierte en super-humano gracias a la tecnología, con el objetivo de optimizar procesos y hacer felices a las personas.
La aplicación pragmática de la tecnología debe ser coherente, útil y sencilla respecto al aprendizaje y uso de los trabajadores, que lo considerarán como un todo imprescindible para facilitar las tareas diarias y reducir los tiempos en los procesos.
La utilización de la tecnología se convierte en algo útil al ser una gran herramienta para los empleados, pero no solo debe optimizar los procesos. Debe estar concebida de forma lógica para no generar ningún tipo de inconveniente ni repercusión negativa en la vida de los usuarios, mejor denominados como personas.
Aspectos como la gestión de incidencias sobre productos y servicios, las nuevas tendencias en comunicación y la mejora general en todo tipo de software, hacen que las tareas del humano se vean reducidas, pudiendo utilizar estos tiempos en la realización de otras labores.
El avance de la inteligencia artificial y la suma de las marcas a esta nueva y constante revolución, hará de forma involuntaria, que las empresas que no optimicen sus procesos de negocio queden en desventaja e incluso desbancados ante su competencia. Sea el sector que sea, no solo terminarán siendo mucho menos rentables, si no que no podrán posicionarse dentro de un mercado cada vez más tecnológico, un mercado que piensa en estrategias para facilitar la vida a las personas y mejorar la del Planeta.
En resumen, la inteligencia artificial y el big data se han convertido en herramientas fundamentales. Son claves para mejorar la productividad de las marcas potenciando los poderes de los trabajadores, siendo amigables con el medio ambiente y con el claro objetivo de mejorar la vida de las personas. ¿Sigues sin creerlo?
